Como cualquier otra planta, los cactus se desarrollan naturalmente en el exterior, aunque esto no es óbice para que podamos conseguir un buen y saludable crecimiento en interior. Hay especies que se desarrollan en interior mejor que otras, y a continuación ofrecemos una lista detallada de las mismas, para que podamos seleccionar la que más nos guste.
Solo debe preocuparnos una cosa: los cactus tienen necesidades lumínicas altas y necesitamos del orden de 5 u 6 horas de luz solar directa en el interior de nuestro hogar para que puedan desarrollarse adecuadamente.
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- Euphorbia ingens o árbol candelabro.
- Schlumbergera o cactus de Navidad.
- Cereus Peruvianus o cactus de ordenador.
- Haworthia fasciata o planta cebra.
- Carnegiea gigantea o cactus columnar.
- Gymnocalycium o cactus chin.
- Astrophytum myriostigma o bonete de obispo.
- Euphorbia lactea o cactus de interior cresta.
- Otros cactus de interior interesantes.
- Conclusiones sobre cactus de interior.
Euphorbia ingens o árbol candelabro.
Su silueta está instalada en el imaginario colectivo, siendo muy habitual en el sur de África, poblándolo de oeste a este. Podríamos decir que es la imagen que todo el mundo espera ver representada por un cactus, creciendo en función de los recursos de espacio que le prestemos, y desarrollando amplios brazos que forman algo parecido a un candelabro. Se desarrolla bien en interior y no requiere de riegos frecuentes, cumple en ese sentido con la puta general aplicable a muchas de las especies de la familia.
Sus flores despliegan todo su encanto en la época navideña. Es una planta muy fácil de cultivar que con el tiempo irá adquiriendo un porte colgante. El color de sus flores suele ser rosa, aunque también las encontramos en rojo o blanco. Basta con que la coloquemos en el pie o poyete de la ventana, con el fin de que reciba cuánta más luz mejor. Requiere de riegos quizá más abundantes que sus hermanos, necesitando al menos dos semanales en su fase de crecimiento, eso sí, sin excedernos hasta el punto de encharcar el sustrato.
Cereus Peruvianus o cactus de ordenador.
Ha ganado popularidad debido a una leyenda urbana que dice que son capaces de absorber las radiaciones emitidas por los paneles LED de los monitores, aunque esta teoría aún está por comprobarse. Sea como fuere, lo que está claro es que es un ejemplar muy llamativo. Posee unas flores muy bonitas, que en contra de lo que pudiera parecer, no le hace más exigente en cuanto a cuidados. Riegos moderados en la época estival y muy moderado o nulo el resto del año, acompañados de una alta exposición solar.
Haworthia fasciata o planta cebra.
Muy habitual también en viveros y floristerías, desplegando exuberantes flores tubulares, de color blanco o rosado, de una envergadura de hasta 10 cm, con estrechas bandas a lo largo de la flor, brotando de varas largas de hasta 40 cm de longitud. Recibe su nombre debido a las rayas horizontales que parecen imitar el patrón de la piel de una cebra. Es ideal para interior, ya que pese a que tiene altas necesidades de luz, le basta con que esta sea indirecta, y no es que le baste, es que es lo mejor para su desarrollo.
Carnegiea gigantea o cactus columnar.
Otro cactus que está instalado en nuestra retina, probablemente gracias a las películas western. Autóctono de México, estamos ante uno de los cactus de mayor envergadura, desarrollando un tallo central espinado, erecto y redondeado, que en exterior puede llegar a los 20 metros de altura y más de 1,5 metros de diámetro. Las flores son blancas o rosáceas, estrechas y alargadas, y encontramos un fruto peculiar de color verde que se vuelve rojizo. Es de los más resistentes de la familia. Requiere de luz solar directa y capea perfectamente las sequías y las oscilaciones drásticas de temperatura.
Gymnocalycium o cactus chin.
Son cactus de tamaño discreto, que lucen muy bien, por ejemplo, en un escritorio. Son de forma globular, algo achatada, con una altura que no sobrepasa los 13 cm, poseyendo entre 9 y 11 costillas de tubérculos y hasta 7 espinas radiales.
No por poseer un tamaño comedido, sus flores dejan de ser llamativas, desplegándose desde los primeros años de edad y mostrando un bonito color que vira entre el púrpura, el rojo y el rosa. No requieren de luz directa, pero sí frecuente, pudiendo ubicarse en un espacio de semisombra. El resto de necesidades son parejas al del resto de especies mencionadas.
Astrophytum myriostigma o bonete de obispo.
Especie muy apreciada, ya que su hábitat natural queda circunscrito a un área de 6.000 kilómetros. Nacen con forma globular y de adultos adoptan un cuerpo cilíndrico. Tienen un tamaño muy discreto, y de su cúspide brotan flores de color amarillo con una garganta roja única. Estas suelen tardar en aparecer de dos a tres años. Es perfectamente apto para interior, pero se desarrolla de forma muy lenta.
Euphorbia lactea o cactus de interior cresta.
Una de las especies más exóticas debido a la curiosa forma que adoptan sus tallos, crestados y ondulados de color verde. Su crecimiento es lento, sobre todo en interior, sin embargo, fu facilidad de cultivo le han llevado a convertirse en un habitual de casas y oficinas. No le conviene la luz solar directa, y no es tan exigente a este respecto como el resto de las especies citadas. Por contra, rara vez florecen, por lo que sus cualidades ornamentales están en entredicho.
Otros cactus de interior interesantes.
- Carnegiea gigantea o cactus columnar: muestra flores blancas de envergadura y un fruto muy apreciado en algunas zonas.
- Opunta albispina o alas de ángel: se caracteriza por sus hojas aplanadas, plagadas de espinas, y también por sus fáciles cuidados.
- Mammillaria hahniana o anciana cactus: su tronco se ve recubierto de un fino pelo que esconde sus amenazantes púas. Muy apreciada ornamentalmente pero en peligro de extinción en algunas zonas.
- Porocactus flagelliformis o cola de rata: dispuestos a menudo en canastas colgantes en el techo, ideal para un patio de luces.
- Euphorbia trigona o árbol de leche africana: tan imponente como fácil de cultivar, es por ello que muchos deciden comenzar su andadura con los cactus y el mundo de las plantas en general con esta especie. Pocas plantas dan tanto exigiendo tan poco.
Conclusiones sobre cactus de interior.
Las plantas aportan dinamismo, belleza y naturalidad a cualquier espacio interior. Recrear el microclima adecuado para ellas en según qué espacios, cuando nos disponemos o podemos disponer de un invernadero, se antoja complicado.
Sin embargo, existen familias como las cactáceas que pueden sobrevivir y desarrollarse adecuadamente en interiores, siempre y cuando dispongan de luz solar suficiente. En ese sentido, nos permiten crear espacios armónicos y distendidos sin que tengamos que preocuparnos en exceso por sus cuidados, confluyendo muy bien en estancias modernistas, industriales, clásicas, rurales y otras muchas.