Son tiempos de lo intangible, de aquello que se transmite de forma invisible, de datos y telecomunicaciones, quedando cada vez menos espacio para el mundo físico y los trabajos manuales. El hecho de crear vida desde simiente o plántula resulta extremadamente satisfactorio; hundir las manos en la tierra, cuidar de su correcto desarrollo y auscultar sus problemas. Las Cactáceas o Cactus nos permiten experimentar todas estas sensaciones sin necesidad de que tengamos profundos conocimientos botánicos.
Somos muchos los que por falta de tiempo y a menudo de espacio, no podemos permitirnos cuidar de un vergel, pero tampoco queremos renunciar a la alegría que supone procurar cuidados y atención a una planta. Desarrollar nuestras habilidades botánicas es una cuestión de práctica, y nada mejor que una cactácea para meternos en faena.
Tipos de Cactáceas.
Existen muchísimos tipos de cactáceas, cada una con su propia personalidad. Pueden adaptarse a multitud de climas y condiciones, por lo que disfrutaremos de ellas durante todo el año, sin tener que preocuparnos demasiado por las horas de luz, el riego o las temperaturas.
¿Cuál es la diferencia entre los Cactus y las Suculentas?
- Aunque a priori puedan parecer íntimamente emparentadas debido a sus características físicas, han sufrido una evolución paralela o también llamada convergente, lo que significa que ambas familias han estado sujetas a una presión evolutiva similar.
- Existen diferencias significativas, como la areola de los cactus, de donde brotan las espinas o flores. De aquí también surgen los gloquidios, de los que carecen las suculentas, que son espinas foliares que pueden producir urticaria al contacto.
- Las suculentas acumulan ingentes cantidades de agua a lo largo de toda su fisonomía, siendo sus hojas carnosas y abultadas una de sus singularidades más diferenciadoras.
¿Cuáles son las ventajas de tener un cactus en casa?
Practicidad.
Prometen no robarnos demasiado tiempo de nuestra vida. No requieren de poda o riego frecuente, tampoco son demasiado quisquillosos con la temperatura o la luz solar, por lo que podrán acomodarse en el lugar más insospechado de la vivienda. Tampoco sufren de plagas o enfermedades importantes, y por si fuera poco, no tienen unas necesidades nutricionales de calado.
Comodidad.
A la cuestión práctica se le suma la comodidad. Podremos ubicarlas en cualquier rincón de nuestra hogar, sirviendo como compañero en nuestro escritorio, saludando a los vecinos desde el poyete de nuestra ventana, o tomando alegremente el sol en nuestra terraza. También pueden servir como elemento decorativo, y no es poco frecuente verlos como protagonistas en diferentes lugares, ya sean viviendas o empresas, dado que proporcionan organicidad a los espacios.
Económicos.
Nuestra afición a la botánica puede salirnos más cara de lo que imaginábamos en un principio, pero con estas simpáticas plantas no nos dolerá el bolsillo. La mayoría de especies, especialmente aquellas de tamaño pequeño y rápido crecimiento, enfocadas sobre todo a interiores, cuentan con un precio realmente irrisorio. Además, en relación a lo que comentábamos antes de sus necesidades nutricionales y buena salud intrínseca, no necesitaremos gastar mucho dinero en abonos y productos fitosanitarios.
Cuidan de nosotros.
Las plantas son un regalo con de origen celestial. Sin ellas es imposible imaginar ningún ecosistema, y fueron los primeros organismo s vivos complejos en habitar el planeta tierra, y seguirán aquí cuando nuestra especie desaparezca. Y te estarás preguntando, ¿cómo cuidan de nosotros? Por la noche absorben el CO2 del ambiente a una molécula llamada ácido málico, que se descompone por la mañana liberando parte de ese CO2 al ambiente. ¡Su proceso fotosintético está invertido, por lo que podrás dormir a su lado!
¿Cómo cuidar las Cactáceas?
Pese a que son fáciles de cuidar, necesitan de unos mínimos, ya no solo para sobrevivir, sino para gozar de un extraordinario vigor. Charlar con amigos, familia o compañeros del trabajo, de la buena salud de nuestras plantas, ya no va a ser motivo de vergüenza. Te vamos a dar unas sencillas pero precisas pautas para que puedas vanagloriarte alegremente de tu destreza como jardinero.
¿Dónde crecen los Cactus?
Como ya habrás sospechado, son endémicos del continente americano, a excepción quizá del Rhipsalis baccifera, también conocido como Mistletoe, presente también en África y Sri Lanka. Han logrado medrar en los desiertos más inhóspitos del planeta, poblando también buena parte de la Patagonia y el oeste y norte de Canadá. México es el país con más especies de cactáceas del mundo.
Curiosamente se cree que su origen primigenio pudo tener lugar en África, de donde se habrían extinguido, y que las aves transportaron la semillas a América, donde pudieron florecer.
Especies más populares
Las cactáceas abarcan más de 200 géneros y un total de 2500 especies. Algunas de las especies más populares entre aficionados son:
- La Echeveria, de la familia Crassulaceae, cuenta con multitud de especie muy demandas, entre ellas la Echeveria elegans.
- También los Ferocactus como el glaucescens, debido a su tamaño y aspecto hostil, es cultivado por muchos.
- El Echinopsis pachanoi o San Pedro, es apreciado por muchos pueblos indígenas sudamericanos, que extraen la mescalina de sus tallos para realizar viajes mágico religiosos.
- Su desafortunada imagen llena de espinas no hace justicia a la variedad belleza de estas plantas, y el gymnocalycium mihanovichii es muy apreciado precisamente por sus exuberantes flores.
¿Para quién son los Cactus? ¿Son para ti?
Son, sin ningún género de dudas, para todo el mundo. Si queremos espacios orgánicos y alegres, pero no tenemos ganamos de complicarnos la existencia con plantas que requieren de muchísima atención, los cactus están llamados a convertirse en nuestra planta predilecta.